¡Que viva Jesucristo!
Una oda de Amor para el Ser
que en su vida devela a la estrella
que contiene en su Luz
al Maestro Jesús.
Es tan bella, que en su cara
se ve diagramada la figura de Dios…
Es su Luz, la linterna que ilumina
el camino, para aquel peregrino
que ha bajado del cielo
para hablar de su brillo.
Caminante de los universos,
si la encuentras, continúa ascendiendo…
Su luminosidad emana Paz,
su vibración, acciona dirección,
su compañía es clave para activar
a la memoria del Amor sin condición.
Su Presencia es la ausencia
del ego desmedido que aleja
del objetivo de nacer en el planeta.
Es el faro que nunca deja de alumbrar
y a mi vida, la sinfonía del mar,
el caracol, la inmensidad…
Su brillo es tal, que no hay oscuridad,
y mucho menos soledad.
Maestro… Astro, sol, existencia
que me enseña la humildad,
la generosidad y la libertad
de desprendernos del apego.
Estrella que respeta sin juzgar
el libre albeldrío para obrar,
y que recibe sin exclusividad.
Rey de reyes, emperador del Amor.
Cristo Divino de un vergel,
donde la hermandad germina,
comprendiendo que somos
Todos, una gran familia..
Ni blancos, ni morenos,
ni africanos, árabes o judíos,
si únicamente somos una raza,
con una casa, un sol, un Dios Creador.
Peregrinos que caminan
regidos por la guerra del ego
que traza muros, fronteras y barreras,
recordad que el camino es la estrella…
Jesús, es la sagrada enseñanza,
el rey de reyes que sin súbditos,
ni posesión alguna, se despoja
y nos muestra el sendero de la Luz.
Una oda de Amor, para el Cristo
que mora en nuestro interior,
y una oración a Dios, para que sea Jesús,
la estrella que se devela
en una humanidad que despierta
y que está atenta, para seguir
a Su Luz… Mi gratitud a ti, estrella,
camino infinito, ¡Que Viva Jesucristo!