El mundo se abre a mi…
El mundo se abre
ante mí,
si abro mis brazos
para recibir…
Es cual si un libro
que me adentra
a una naturaleza excelsa,
que canta y que nos besa.
En el primer capítulo,
surge la avecilla
que entona una canción
Divina…
En el segundo,
la mariposa sobre vuela
a la flor,
que se abre a Dios.
Rosa que envuelta
en mil pétalos germina
el edén
que Yo Soy.
Ahora, el libro de la vida
abre,
el cauce
del río que me lleva
en el presente,
donde mi embarcación navega
hasta un océano,
que encierra un misterio
de sal y arena,
de perla y de espuma,
de sirenas, delfines y ballenas,
de luna plena…
Vida a la que abro mi vida,
suave y sutil,
como la caricia misma.
Húmeda, como la lluvia,
bella, como la estrella,
cálida, como el sol,
y transparente como el ruiseñor
que eleva su gratitud a Dios…