¡La vida es ternura!
Ternura es la que siento,
cuando me acaricia
la sutileza del viento…
Es cual si un beso
que se le escapa a Dios,
cuando toca mi mejilla
y me envuelve
con la energía vibrante
del abrazo,
que surge del corazón.
Del sauce y del zenzontle
cuando entonan su canción.
Palpitar que late…
nota a nota, que ritmicamente
compone la sinfonía
donde Yo Soy
parte de la poesía,
a la cual se suma cada criatura
y cada huella,
la Presencia de los reinos
donde impera la armonía.
Elevadas dosis de caricias,
ternura que inicia en las alturas
y que cae, cual si un manantial
que hace música.
Danza de las aguas,
transparentemente vivificantes,
frescas como la primavera
que se abre en las laderas
del río donde inicia su cauce.
Castores…, carpinteros del toc toc,
sierra que abre las venas de los árboles,
donde anida el ave,
hueco bendito, hogar donde palpita
un nuevo corazón que canta
cuando nace.
De rama en rama y en este río,
una comparsa de patos
en la quietud me detienen…
ellos escriben un bello guión
que se impregna en la naturaleza
donde sus huellas son de Amor.
Ternura, pureza, misterio,
tranquilo ambiente donde la caricia
no se detiene nunca,
donde el nido de este río
es la matriz sutil que contiene
a la promesa que yace en ese huevecillo.
Graznido que despierta
del cascarón de la Creación.
Vivificante palpitar,
de cada nota musical,
de cada gota de agua clara
donde me sumerjo hoy…