Es en esencia un profundo diálogo espiritual. Un proceso de entrega profunda, donde como alumna de la Vida me encuentro con el brillo de la Consciencia que es una Luz maravillosa e imposible de no discernir…
Cuando nos abandonamos en CRISTO, experimentamos Su Presencia Divina y Su verdadera compañía. Su Amor se capta con exactitud cuando intentamos seguir Su ejemplo de Amor sin condición.
Para recibir a Dictados de Amor, dejé mis defensas a un lado, coloqué al margen lo que creía que sabía y conforme me fui adentrando en ese paraíso Jesús, me fui dando cuenta de que no sabía nada…
Aprendí algo de la humildad de Sus Reinos —que deseo seguir forjando—, es el verdadero Imperio de Luz que ha de morar en la Tierra y no el que se funda sobre el mundo de papel que es ilusorio y banal.
El Maestro me habló y me dijo que todos somos UNO. Jesús me enseñó que si a alguien intento hacer daño, me auto-mutilo. El Maestro me dignificó como debo hacerlo con el espíritu del hermano can, hacia la hermana ave, al del hermano que anda por las calles o que mora en enormes palacios, sin esperar nada a cambio; pues el Amor verdadero no tiene condición. CRISTO me enseñó que el apego es puro ego y que No Es Amor. El Hijo de Dios me agradeció como he de agradecer a cada cosa y a cada Ser que llega o que se va.
CRISTO no viste de oro y plata, no mora en templos de gran lujo, no habita en un lugar, no es una religión o un credo. Jesús es la planta, el agua, es la risa, la humildad, la palabra, la sutileza y el viento, el perdón, la armonía, el río, la flor, la abeja y el gorrión… Es la madre en gestación, el padre que abraza a su vástago y que le cuida como un tesoro de Dios. Es el buen pan, la sencillez, la embarcación que navega, que vuela, que está en Todo y Es el Todo. Jesús no castiga, abraza. El CRISTO habita en cada Ser, la mente lo suprime y sin Él, la Vida verdadera se nos fue…
CRISTO es el cielo y un pedacito de Su espacio, es Dictados de Amor.
Recibe esta aproximación a Su Divina energía y ten presente que has de escucharlo suprimiendo a la mente, para dar paso al inmenso corazón que porta tu grandioso Ser.
Mi Gratitud por recibir las enseñanzas de Dictados de Amor, con respeto y honor.