Luna, que nos arrulla…

Luna plena

y redonda

que nos besa.

Farol

que ilumina

en su totalidad

a una Tierra

que brilla

con su Amor…

Luciérnaga

encendida,

prendedor

que se incrusta

en un manto

de estrellas.

Amiga

de la Osa Mayor…

vecina

de un planeta

donde la magia

y el misterio,

se han de develar.

Luna,

que mira al mar.

Astro sagrado

que agita a la marea

y guía a la sirena…

al capitán,

y al barco de siete velas,

que salen a pasear.

Borla gigantezca,

que da fuerza

a las mareas…

Farol que ve nacer

al nuevo Ser.

Luz que ilumina

a la matriz

que se contrae y expande.

Farol que impulsa

a nacer…

luna de la milpa

que vivifica.

Luna femenina,

delicada y bella

astro sutil,

que nos refleja…

Espejo perfecto

del firmamento.

Caricia

que se enciende,

fogata ardiente…

incendio amoroso

que nos arropa

y arrulla en la penumbra.

¡Plena!

Lámpara bendita

de la Creación.

Lucero

que no se apaga nunca

y que ilumina al corazón.

Un manantial me ha dado Dios…

Viajo…

en la nave de la vida.

Ahora mi destino

es el abrazo sentido

que besa al hijo.

El corazón

de la Creación

ha dado la luz verde,

para que entre la inmensidad

viva este cielo que se abre.

Gozo y Paz…

sensaciones que brotan

de volar

entre la quietud

de esta acuarela natural,

que es tan intensa

como el mar.

Las nubes son la espuma

que se proyecta en las alturas.

Cual Dios, es la expresión,

del palpitar del corazón…

¡Fascinante viaje!

La sensación de ir más allá

de abrir las alas cual si el ave,

para volar la inmensidad…

cual si el pequeño colibrí

que anida en el corazón del árbol,

donde el pichón

recibe de su boca

el néctar milagroso de su miel.

Cual si la madre,

que siempre extrae

de la naturaleza, a la sutileza,

para formar un nido suave

que teje con tanta devoción.

Viajo…

Mi viaje ahora es

con dos bellos polluelos

que desde el nido han recogido

terrones de mi azúcar

.

Viajo con ellos,

y ahora les observo.

Sus vuelos son fantásticos…

se elevan, y caen en picada

mientras el Ángel les aguarda.

¡Cuántas lecciones aprendidas!

Se ríen… ¡Son ellos la alegría!

Y ella, la estrella que ilumina,

con su candor, al árbol de mi vida.

Linda, como una flor…

más bien, como la primavera

que enciende con su vibración,

al rayo rosa del Amor.

¡Así es la vida…!

Él es el roble que se eleva,

aún ante la adversidad…

Es recto y fuerte, también

contiene la dulzura

de la colmena de la vida.

Mientras la mayor,

da saltos de felicidad,

alimentando a su cría…

Y aunque en esta travesía,

queda en su nido-hogar…

Ella es la transparencia,

la gota cristalina,

y la pureza de mi vida.

Un manantial me ha dado Dios,

un árbol con elevación,

y al arco iris que se impregna

en una Tierra,

donde las flores son sus siembras.

¡Gracias, Señor!

Por este viaje, por este cielo

por tanto Amor…

¡Aquí esta Dios!

El silencio

me habla.

Me dice que

no hay prisa…

me invita

a una quietud

que expresa

el lenguaje

de las almas,

que se aman…

Bendita sinfonía

que surge

gota a gota.

Manantial

que se escucha…

Nota musical,

concierto celestial.

Vibrante

y escalofriante,

es su silente

conversar…

Serenidad,

plenitud y paz.

Brota el misterio

y la magia a develar.

Bello este hablar,

que surge

mar adentro

de los confines

de este cielo…

Fascinación

es la que siento,

cuando Su Voz

me envuelve

y empieza a hablar.

Plenitud,

fusión y comunión,

cuando el corazón

entona junto al ave

un canto angelical.

Vocablos que,

unidos…

reúnen a la familia

sin reinos,

ni distinciones

que No Son.

Blancos y negros,

aves y peces,

un cristal, y la flor

Tú y yo…

La conjunción

de los astros,

el sol. ¡Fascinación!

Silente es este hablar

aquí esta Dios…

Fantasía…

Soy una niña,

que visto ahora de mujer.

La risa tierna

del ayer,

se impregna

en mí, cual si la miel…

Yo soy,

la misma fantasía

del arco iris y el gorrión

que enhebra

entre su pico

una canción…

La flor…

y sus pistilos, el botón

y cada pétalo

que se abre,

para rendir un homenaje

al señor sol.

¡Qué bendición!

Vivir la niña que hay en mí…

Ella es el manantial,

la gota de la pureza universal.

Un rayo luminoso, en el atardecer.

El mar y la sirena,

el caballito de cola enrollada

y la aventura de Poseidón.

La gruta azul,

donde se alberga la fantasía

de este tesoro que nos regala Dios.

El mar, la espuma,

el arrecife de coral…

la concha

que se incrusta en la roca

y que al abrir su boca,

nos muestra esa preciada joya

que de cuenca en cuenca

enhebra el collar de espuma

que usa la niña vestida de mujer.

¡Fantasía…! La vida es poesía

donde la alegría

teje mi  día a día…

¡Viva la Vida!

Tristeza y alegría…

Tristeza y alegría,

palabras claves para entender

el bello juego que es la vida…

Sal de la espuma del mar

azúcar del cañal,

amplia la gama de sabores

que la colmena de la vida

nos brinda cada día…

Aunque a mi parecer,

la Vida sea miel,

luego de haber probado

la amargura, hasta entregarla a Dios

y sea Él, quien la endulza

con los terrones de Su azúcar.

¡Que brote la alegría…!

Gozo infinito del Creador,

diagrama de un pentagrama

musical… ¡Coro celestial!

Vida de colores,

floración de claveles y rosas,

de agapantos y nardos.

Ciruelos que abren su fruta,

azahares que brotan, naranjales…

granadas que destilan sólo miel.

Colibríes que despiertan

al arco iris que decora, el jardín

donde mi huella es ser la estrella

que sirve al astro sol,

a Dios

y al Amor.

Para ti, papi…

Con mis manos dibujé

una linda cometa…

Al extraerla del papel,

fui viendo su silueta.

Es preciosa… muy alegre

y tan dispuesta.

Deseosa está de volar,

al más allá…

¿Adónde quieres ir?,

quise saber.

Y ella, con su dulce mirar

me respondió:

a un lugar muy especial,

donde el Amor

es suficientemente grande,

para no decrecer jamás.

A ver, déjame sentir y pensar…

le respondí.

Y rápidamente llegó a mi,

un destino tan sutil.

¿Puedo pedirte algo?

y ella sonriente dijo un sí.

Deseo enviarle a alguien,

esta carta.

¿Puedo pegarla en tu cola?

la ataré muy bien,

le pondré este chocolate

y la sellaré con un beso interminable.

Claro que sí…

¿Pero, adónde me dirigiré?

Volarás tres días Tierra,

y unos segundos fuera de órbita.

Dirás: “abracadabra…”

y un mago te dirigirá,

adonde habita un Ser muy jovial.

Él es maravilloso y tan dulce,

además de juguetón.

Tierno, honesto y sabio,

guapo, sereno y sincero,

y amoroso como pocos…

Si es todo lo que dices,

me dará gusto conocerle.

Y si es todo eso, le preguntaré

si puedo quedarme con él.

… entonces, creo que lo harás,

sin duda que te quedarás.

¿Cuál es su nombre, para preguntar?

Sólo di que buscas a papá…

¡Buen viaje, creación de mi corazón!

Abraza a mi padre

y dile que le mando este chocolate

rememorando

los dulces momentos que vivimos juntos.

Dile que en la Tierra,

es el día del padre

y que él ha sido y será el mejor de los papás.

¡La vida es ternura!

Ternura es la que siento,

cuando me acaricia

la sutileza del viento…

Es cual si un beso

que se le escapa a Dios,

cuando toca mi mejilla

y me envuelve

con la energía vibrante

del abrazo,

que surge del corazón.

Del sauce y del zenzontle

cuando entonan su canción.

Palpitar que late…

nota a nota, que ritmicamente

compone la sinfonía

donde Yo Soy

parte de la poesía,

a la cual se suma cada criatura

y cada huella,

la Presencia de los reinos

donde impera la armonía.

Elevadas dosis de caricias,

ternura que inicia en las alturas

y que cae, cual si un manantial

que hace música.

Danza de las aguas,

transparentemente vivificantes,

frescas como la primavera

que se abre en las laderas

del río donde inicia su cauce.

Castores…, carpinteros del toc toc,

sierra que abre las venas de los árboles,

donde anida el ave,

hueco bendito, hogar donde palpita

un nuevo corazón que canta

cuando nace.

De rama en rama y en este río,

una comparsa de patos

en la quietud me detienen…

ellos escriben un bello guión

que se impregna en la naturaleza

donde sus huellas son de Amor.

Ternura, pureza, misterio,

tranquilo ambiente donde la caricia

no se detiene nunca,

donde el nido de este río

es la matriz sutil que contiene

a la promesa que yace en ese huevecillo.

Graznido que despierta

del cascarón de la Creación.

Vivificante palpitar,

de cada nota musical,

de cada gota de agua clara

donde me sumerjo hoy…

De cuenca en cuenca…

El faro de mi Vida es Jesús.

Su manto devela a la estrella

que yace en mi mundo interior…

Ella brilla cual si un tierno sol

y me inspira a hilar en cada caminar

la lección que enhebro en un collar.

De cuenca en cuenca tejo y destejo

los pasos de este recorrido,

que hilvano con la Luz del Maestro.

Algunos son como chispas Divinas,

mientras que otros, sin Luz,

me hacen ver el contraste de vibración.

En el collar de mi vida, hay una perla

que ha quedado cual si broche

que decora. Ella devela la pureza…

mientras que la negra, lo que he de depurar.

¡Bendita sombra que se integra a mi Vida!

Benditas Luz y oscuridad…

Brilla la Vida cual si joya que atesoro,

en ella integro con Amor y con paciencia

la lección que se plasma en dualidad.

Nota sagrada que he de afinar,

para que se torne en una transparencia

y pueda ver en ella, al rostro del Maestro.

Hilvano, tejo y destejo… el hilo es dorado

y al enhebrarlo con gratitud y consciencia,

cada cuenca antes negra, empieza a brillar.

Agradezco, sólo agradezco…

al gran Dios me brinde esta oportunidad

para reivindicar.

Entonces, poco a poco, paso a paso…

cada cuenca se transforma y vuelve un tornasol,

para reflejar el arco iris que ilumina

y que palpita pleno de Amor sin condición.

Así es mi Vida, el hilo conductor es Dios,

y la iluminación la estrella de Jesús.

Mujer…

La vida es

un botón de rosa

que se abre

cuando el rocío

cesa, al ver salir

al sol…

Raíz fuerte

que asida a la piel

del planeta se entierra

muy dentro de la Tierra,

donde inicia

el tallo de un amanecer.

Verde, liso y terso

asciende lenta

y sutilmente…

Conforme crece,

le brotan las espinas

que ahora le defienden

entre las hojas

que se mecen,

cuando el viento

bambalea al botón

que en plena primavera

se abrirá.

Plenitud

que nos muestra

el milagro de vivir.

Fascinación total,

aroma esencial…

fragancia de niña a mujer.

Piel rosa,

que se perfila

en el jardín de la vida.

Dulzura y fragancia

que adorna

al valle con candor.

Belleza incomparable,

días tersos de brillo,

de sol, de espinas,

de aprendizajes…

de abrirnos de par en par

en el rosal.

Jardín, donde el botón

que ahora en expansión,

completamente abierto

se despliega entre el viento.

Rosa que vuela al cielo,

para decorar el altar de Dios.

Despierta y vive esta fiesta…

Flores que despiertan,

mañana de cielos que despejan

a la bruma mental…

Botones de gardenias

que brotan entre

la higuera, que hace fiesta.

Viste de gala el jazmín

expeliendo el aroma

a esa primera flor que abre

el perfume de su esencia.

Proximidad entre él y yo,

aroma que rememora

al patio donde mi infancia

juega entre su fragancia

y el vuelo de mariposas…

Morada la violeta que contrasta

con la blancura pura de la niña

que se expresa ahora,

vestida de mujer…

Vibra el día saludando al sol,

mientras el colibrí

busca entre aquella flor,

a la miel que brota de la Creación…

¡Cuan bello y grande es Dios!

Minúsculos gajos de uvas,

que dibujan con su tono verde,

el inicio de lo que mañana será

dulce, suave y un delicado sabor,

que el verano prepara

para que tú y yo, nos embebamos

entre el néctar sagrado

que destila en el paladar, ese dulzor

que contiene la magia que nos brinda

el misterio de la flor a la uva,

y de la fruta al jugo y al vino,

que nos invita a danzar el baile de la Vida.

¡Que fascinante poesía escribe Dios!

Notas de aves musicales que diagraman

a este pentagrama, donde los cisnes

elegantemente se deslizan entre las ninfas.

Blancura pura, peces que saltan,

sauces que caen cual si cascadas…

Manantial fresco donde me baña

este Amor, que baja de los cielos

para dejar un beso existencial

entre mis labios… Besos de la Creación.

Gardenias, cisnes, lagos cual si espejos

donde se refleja Dios…