Despierta y vive esta fiesta…
Flores que despiertan,
mañana de cielos que despejan
a la bruma mental…
Botones de gardenias
que brotan entre
la higuera, que hace fiesta.
Viste de gala el jazmín
expeliendo el aroma
a esa primera flor que abre
el perfume de su esencia.
Proximidad entre él y yo,
aroma que rememora
al patio donde mi infancia
juega entre su fragancia
y el vuelo de mariposas…
Morada la violeta que contrasta
con la blancura pura de la niña
que se expresa ahora,
vestida de mujer…
Vibra el día saludando al sol,
mientras el colibrí
busca entre aquella flor,
a la miel que brota de la Creación…
¡Cuan bello y grande es Dios!
Minúsculos gajos de uvas,
que dibujan con su tono verde,
el inicio de lo que mañana será
dulce, suave y un delicado sabor,
que el verano prepara
para que tú y yo, nos embebamos
entre el néctar sagrado
que destila en el paladar, ese dulzor
que contiene la magia que nos brinda
el misterio de la flor a la uva,
y de la fruta al jugo y al vino,
que nos invita a danzar el baile de la Vida.
¡Que fascinante poesía escribe Dios!
Notas de aves musicales que diagraman
a este pentagrama, donde los cisnes
elegantemente se deslizan entre las ninfas.
Blancura pura, peces que saltan,
sauces que caen cual si cascadas…
Manantial fresco donde me baña
este Amor, que baja de los cielos
para dejar un beso existencial
entre mis labios… Besos de la Creación.
Gardenias, cisnes, lagos cual si espejos
donde se refleja Dios…