El mundo de mi jardín
De corazón a corazón
te lo digo ahora…
Escucha bien por favor,
que la Vida sólo es hoy.
El día que termina,
cuando la luna ilumina
es la oportunidad perfecta
para hacer esta noche tan plena.
La noche que culmina
cuando la última estrella se esfuma
entre la bruma,
da paso a esta fantasía de color.
El cielo que amanece
se viste de tonalidades rosa
y con su vibración amorosa
se abre la rosa y el mundo de mi jardín.
Vivo, sí, todavía existo…
precisamente aquí en la Tierra estoy.
¡Qué maravilla! La luz me despierta
y brota el dios Sol.
Dorada vibración que en el horizonte
se perfila, ¡Viva la Vida…!
Amanece el rayo blanco
y se torna en una gama de dorados.
Luz que inunda mis pupilas,
que alienta y que calienta al venadito,
que brinda al río este calorcito.
Sublime su misión, la Luz sin condición.
Vida que despierta… naturaleza abierta.
Esmeralda que cautiva en una latitud,
abanico de colores que se abre
entre los ramos de flores.
Rincón maravilloso, pueblecito
en medio de los pinos.
Surge una borla… y brota
el muñeco que en la nieve retoza.
Su mirada vivaracha es tan profunda,
y su larga nariz de zanahoria.
La bufanda de Irlanda le calienta,
mientras las risas se sueltan.
Guerra de bolas y de risas…
¡Fantasía preciosa! Salta la liebre,
canta la Vida que Hoy existe.
Abrazos amorosos, alegría de Dar y recibir.
Te lo repito, y es en serio…
La Vida en la Tierra es sólo Hoy.
Mira al sol, despierta y besa al mundo,
para que recibas la sutileza de Dios.