La Vida…
Hay una flor, la Vida…
Es luminosa como el sol. Tibia como su resplandor, vivificante como el día y misteriosa como el mar… el caracol y el atardecer que diagrama los celajes que anteceden al sueño donde se enhebra esta poesía.
Hay una flor, tu Vida…
Es única y posee el néctar que despierta a la naturaleza que te besa y obsequia un menester de sabores y una gama de colores, donde se imprime la huella que tu danzas con los universos y estrellas.
Vivificante es tu Vida, cual si la flor que agradecida se abre a Dios, para cumplir con su propósito de Luz y Amor…