Un basurero en mi planeta…
Recoge con su Luz,
la basura que mi inconsciencia
arroja, a nuestro hogar
el mar…
Una niña retira
el promontorio de desechos
que son letales
para el bosque y su fauna.
Ella tiene sus manos limpias.
No acusa a unos,
ni a otros. Simplemente,
llanamente, sana.
Y al ser pura,
la transparencia aflora.
Su energía es obra
que emana del corazón.
Ella posee maestranza,
mientras nosotros la cegamos
con nuestra absurda forma de enseñar.
Es, un ejemplo a honrar.
Un movimiento de Amor
es el motor que sana las heridas…