Una mentira…
Se abrió una mentira,
y su caída, es una bendición.
Luego sobrevino otra,
y una tercera que situó
al ego de rodillas…
Conforme aparecían
docenas de mentiras,
los velos se corrían
y en el escenario de la vida,
la justificación cesó.
Aunque a decir verdad,
quería hablar y continuar…
y al ver al ego quieto,
se empezó a silenciar
y ya silente, sonrió.
¡Jajaja… Jajaja…!
Extraña se sentía,
de no hablar y hablar.
Lo único que hacía,
era caerse de la risa.
Cambia la mentira,
más bien, ya no cabe
un solo día. El Sol,
nos ilumina y la Consciencia
es la brújula que nos guía…